8/24/2009

Pop Político y Utopía


yes, Pet Shop Boys, etc. 
Pet Shop Boys lo ha vuelto a hacer. Una vez más, Tennant y Lowe cargan con This Used to be the Future un single que se puede encontrar en su bonus track de la edición “negra” de su último álbum, Yes, donde el dúo inglés hace una crítica a las utopías sociales y urbanas erigidas desde algun pasado no del todo localizable. 
El tema, sin duda el más interesante de todo Yes, cuenta con la colaboración vocal de Philip Oakey, The Human League, y escucharlo en el iPop resulta adictivo por su rica melodía como por la potencia de sus beats y a lo que hay que sumar unas letras realmente con contenido y complejidad. La alternancia en la parte vocal de Tennant y la de Oakey está brillantemente resuelta, entremezclando un pasaje cantado como por una voz coral robótica y autoritaria. El estribillo coreado a dúo es sencillamente perfecto.
¿Es Pet Shop Boys un grupo militante? Ciertamente lo es. La política del pop como evasión, placer y disfrute nunca ha estado reñida con la responsabilidad social pero, a diferencia de otros grupos engagés, PSB siempre ha tenido muy claro que su compromiso no está en las proclamas o los statements estilo estrellas del pop o, como hacen muchos otros, en la utilización de temáticas sociales en las letras de las canciones, sino más bien esta radicalidad está en la fidelidad con la forma misma del pop electrónico en tanto género capaz e aunar los anhelos más personales como las temáticas sociales más urgentes. PSB es además un grupo muy cultural. Que Chris Lowe estudiara arquitectura resulta anecdótico como explicación de este compromiso con las condiciones urbanas de vida. Esta crítica a las proyecciones de un futuro entre planificado y especulativo, utópico, no esconde lo que debería ser una de las misiones del pensamiento utópico: no precisamente imaginar un futuro perfecto, idílico, como fruto de una tarea positivista recreadora, sino pensar en sus condiciones de posibilidad a través de su versión dialéctica, negativa (a lo Adorno), es decir, mediante una suerte de implosión del pensamiento en su raíz cero. El compromiso con la utopía es tanto cotidiano como es una práctica a desarrollar en la producción.  

Es interesante comprobar cómo ahora que oximorones temporales vuelven a ponerse de actualidad en el terreno del arte (el pasado del presente, el futuro del pasado y demás combinaciones) este mismo recurso al “sandwich” pasado-presente-futuro es típico de la naturaleza del pop. No necesariamente en este tema de PSB, sino me refiero a que esa misma dialéctica “past-present-future” es ya una técnica inequivocamente pop vinculada estrechamente con la música pop y sus actitudes.
Desde el Today is the tomorrow you were promised yesterday de Victor Burgin, al “sólo vivo el presente. El pasado a lo mejor no lo he hecho yo. A lo mejor estoy en otra dimensión. Lo único que se vive es el presente. El resto –el pasado y el futuro- no existen” del desaparecido Carlos Berlanga. Al final, juegos de lenguaje con el “sandwich”, que no es lo mismo que utopía.

FRAGMENTO
Pero el futuro era excitante / ciencia-ficción convertida en hecho / ahora todos tenemos que mirar hacia delante / es una especie de pacto de suicidio. ¿Fue el querido viejo futuro el que creó los problemas a los que nos enfrentamos? / ¿Cómo gestionamos las consecuencias de lo que solíamos llamar espacio? etc.


LYRICS

This Used To Be The Future
(Tennant/Lowe)

I can remember when this was the future
Where it was gonna be at back then
Why don't we turn the whole bloody lot down
And make a new start all over again?

I can recall utopian thinking
Bold mission statements and tightening of belts
Demolition of familiar landmarks
Promises made and deals that were dealt

This used to be the future
Where it was at back then
Let's turn the whole bloody lot down
And start all over again

But that future was exciting
Science fiction made fact
Now all we have to look forward to
Is a sort of suicide pact

Was it the dear old future
That created the problems we face?
How do we deal with the fallout
Of the age we used to call space?

I can remember planning for leisure
Living in peace and freedom from fear
Science that promised to make us a new world
Religion and prejudice disappear

I can remember when this was the future
Where it was gonna be at back then
Now religion and nuclear energy have united
To threaten, oh God! Amen

This used to be the future
Where it was at back then
Now religion and nuclear energy have united
Oh God! Amen

Was it the dear old future
That created the problems we face?
How do we deal with the fallout
Of the age we used to call space?

This used to be the future
Where it was at back then
Let's turn the whole bloody lot down
And start all over again

amen

8/10/2009

DR. SARKOZYLOVE



Dibujo de Juan Pérez Agirregoikoa, 2009, "Citations pour le président Sarkozy", ed. Matière, Paris (a publicar)

La estrategia de la política en nuestros días consiste en lanzar guiños de complicidad al aliado ocasional, como cuando Sarkozy confiesa su “amor” por Merkel para recomponer el eje París-Berlín. La “admiración profunda” por Angela Merkel, en un tono parecido a una declaración de afecto por la canciller, en boca de Sarkozy, no es más que otro caso de la ironía convertida en norma de lo político. La prensa ya se hizo eco de que el presidente francés lanzó algún guiño irónico en su discurso a Merkel y diciendo, en alusión a sus propias relaciones con los medios, que “no debía creerse todo lo que dice la prensa” o al menos no a rajatabla. “Si digo que amo a Angela Merkel, por ejemplo, quiero decir que he aprendido mucho de ella y de su experiencia”, bromeó, con su característico estilo vivo y gesticulador. “Somos una pareja armónica”, resumió tras pedirle “permiso” cortesmente al esposo de la canciller.
Luego salió que Merkel se sentía realmente incómoda con los saludos tan afectuosos del galo. Es sabido que el exceso de fogosidad no va con los alemanes, sino más bien el Sehnsucht, el anhelo, la nostalgia. Pero lo que llama la atención es la orquestación de una puesta en escena por parte de Sarkozy donde vida pública (política) y privada (amorosa) se entrelazan en una estrategia por todos ya conocida, mientras la crítica y las viñetas satíricas francesas están lejos de agotar las posibilidades (cómicas) de la fuente.



Existe una diferencia entre la necesidad de gratificación inmediata de Bill Clinton del amor fou de Sarko. En él, el amor, la esfera privada, no es una fuerza libidinal que arruina su participación política en el juego democrático, cortocircuitando las esferas del deseo privado con las de la acción pública, y donde su protagonista aparecería como un héroe romántico; tampoco una fuerza productiva que, sublimando la represión, pone en funcionamiento una carga de deseo que consigue una identificación como la masa electoral; más bien, en este Dr. Sarkozylove, lo que observamos es el despliegue cínico y calculado –previo consenso con gabinetes de asesores– de la retórica del amor como discurso capaz de arrojar luz sobre las opacidades del juego político. No sólo aplicable al caso Bruni, sino también cuando Sarkozy dice que “si los extranjeros desean permanecer en Francia, tienen que amar a Francia; de otro modo, tendrán que salir” etc. Fragmentos de un discurso amoroso.
En otro lugar, Alain Badiou hacía el símil entre el jefe del estado y el jefe de la polícia en su
“hipótesis comunista”: la encarnación del sobre-estimulado maestro protector que todo lo controla. Un antídoto contra el miedo. De quoi Sarkozy est il le nom? Mucho ha debido preocupar a Badiou la emergencia del presidente hasta el punto de tener que imaginar un nuevo escenario para el comunismo en los tiempos actuales.


Por otro lado, Sarkozy ha espoleado a la crítica francesa de izquierdas, dado el estado anestesiado del Partido Socialista francés antes de las elecciones de 2007. Ante la falta de alternativas al capitalismo galopante, la hipótesis del partido único ya fue sugerida por el propio Badiou como la triste siguiente estación términus. En el siguiente magnífico texto, de Eric Hazan, se especifica detalladamente las claves del “éxito” de Sarko, en la ya tradicional evaluación de los cien días de gobierno. “Francia bajo una nueva dirección: los cien primeros días de Sarkozy” en New Left Review, 48, Noviembre-Diciembre 2007. 

EXTRACTO 

10 de mayo "¡Pobre Alain Finkielkraut! Una vez más no ha sabido entenderlo. En Le Monde dice que para él «no puedes apelar a Michelet, Péguy y Malraux y al mismo tiempo revolcarte en el mal gusto con alguna celebridad de la jet set o de la farándula. No puedes cantar odas a la imparcialidad del Estado y al mismo tiempo empezar tu mandato aceptando los caros favores de un magnate de los negocios». Sí, sí que puedes. Los que vieron la excursión por Malta como una metedura de pata política se equivocan: fue intencionada, fue la deliberada escenificación de un nuevo estilo «de dirección», «sin complejos ni tabúes» como les gusta decir.”